McLaren introdujo un importante paquete de mejoras en el pasado GP de España, lo que el propio equipo había definido como la versión verdadera de su coche para la temporada 2018. Una actualización que Fernando Alonso admitió que tenía que haber llegado en Australia y que lo hizo en la quinta prueba del año.
Barcelona acogió este martes y miércoles las dos primeras jornadas de test de temporada, y McLaren puso dos monoplazas en pista, uno para pruebas propias y otro para ayudar al desarrollo de Pirelli. Norris estuvo al volante del MCL33 trabajando para el fabricante de neumáticos el martes y para su equipo el miércoles.
"Fue un poco fastidioso porque no era una clasificación o una carrera, sino solo pruebas aerodinámicas. No era pura conducción, solo tenía que mantenerlo en pista y hacer las cosas bien. Fue una prueba para el equipo", resumió Norris.
"Hay algunas cosas con estas actualizaciones y para Mónaco en las que estamos trabajando y que son muy importantes para las futuras carreras".
"Están intentando combinarlas y juntarlas en un coche que sea aún más rápido. En general tiene un poco más de carga aerodinámica, y da más confianza para trazar todas las curvas de alta velocidad. En general ha sido un ligero paso adelante".
Por último, sobre los puntos negativos de la versión actualizada del MCL33, el joven dijo: "No diría que hay muchas cosas más débiles, solo creo que de alguna manera, al tener un poco más de carga aerodinámica, se vuelve un poco más sensible en la parte trasera, se va más fácil. En general, puedo pasar por curva un poco más rápido aunque, si cometiera un error, saldría más caro. El anterior no era más predecible, pero castigaba menos".
