Red Bull advirtió antes del Gran Premio de Canadá 2025 que existía la posibilidad de que los rivales intentaran provocar a Max Verstappen con el objetivo de generarle una sanción. Así lo explicó Christian Horner, jefe del equipo, al señalar que esta preocupación fue transmitida al director de carrera tras el briefing oficial del sábado. El neerlandés está a un solo punto de una posible penalización tras su incidente con George Russell en España, y la tensión volvió a surgir en Montreal.
La carrera comenzó con Russell en la pole y Verstappen segundo, una situación que generaba expectación, especialmente en la primera curva del trazado canadiense. Durante buena parte de la prueba todo transcurrió sin sobresaltos, hasta que un accidente entre Lando Norris y Oscar Piastri activó el coche de seguridad. Fue entonces cuando Verstappen comunicó por radio que Russell había frenado de forma demasiado agresiva y mantenía una distancia ilegal superior a diez coches respecto al Safety Car.
Ese mensaje activó una protesta formal por parte de Red Bull tras la carrera. Aunque los comisarios desestimaron el reclamo, el equipo señaló que Russell también había actuado de forma antideportiva al quejarse por radio sobre un supuesto adelantamiento de Verstappen bajo coche de seguridad. Red Bull consideró esa maniobra como un intento de incitación para perjudicar al actual campeón del mundo.
"Es inevitable que hubiera algún tipo de truco", afirmó Horner. “Solo les dijimos que por favor vigilaran, porque ya había habido comentarios en los medios sobre esto. Max ha estado impecable todo el fin de semana, pero queríamos protegernos ante cualquier intento de provocación”, explicó el dirigente, dejando entrever que el ambiente en la pista no era del todo limpio.
Verstappen y Russell fueron convocados por los comisarios y permanecieron más de 45 minutos exponiendo sus versiones. Aunque Mercedes pudo finalmente celebrar la victoria de Russell casi seis horas después de la bandera a cuadros, el episodio volvió a alimentar una rivalidad que lleva meses creciendo.
Horner aclaró que la protesta no fue impulsada por Verstappen, sino por el propio equipo. “Max estaba hablando con los medios y ni siquiera lo sabía. Como competidor, tienes derecho a protestar, y eso fue lo que hicimos. Nos sorprendió que no se tomara nota automática del incidente”, concluyó, dejando claro que Red Bull está dispuesto a defender a su piloto en cualquier circunstancia.