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Renault Sport ha experimentado un difícil Gran Premio de Azerbaiyán con los retiros tanto de Jolyon Palmer -vuelta siete- como de Nico Hülkenberg -rotura de suspensión en la vuelta 25-. El Circuito de Bakú no fue de lo más acertado para la escuadra de Cyril Abiteboul y ahora, ambo pilotos, están únicamente centrados en la próxima cita de la Fórmula 1: El GP de Austria.
De esta forma, Hülkenberg explicó que lo acontecido, después de quedarse sin suspensión delantera derecha, “fue frustante” para él y también para todo el equipo. “Hasta entonces, la carrera había sido muy atractiva y parecía que estábamos en condiciones de seguir consiguiendo puntos pero fue bastante difícil, todos en casa vieron una carrera llena de acontecimientos”. Es así que Nico pone su foco de atención ahora en lo que será la próxima prueba de F1: “A continuación Austria, esperemos mejores cosas allí”.
Por su parte, Palmer, que abandonó mucho antes la carrera que su compañero de equipo, dijo que “conducir el coche era tan complicado que no tuvieron más remedio que retirarlo”. No obstante, la esperanza del británico es dirigirse a Austria “con un coche confiable para poder tener un GP limpio y mostrar lo que puede hacer”.
Asimismo, el director general del equipo, Cyril Abiteboul, comentó que los resultados de Bakú son “lo peor que le puede pasar a un equipo” aunque si bien ahora “toca entender lo ocurrido y arreglarlo”. El máximo de Renault quiere asegurarse de que Azerbaiyán sea la única carrera de la temporada con un doble abandono en pista -el de Jolyon y Nico-.
