Tras la finalización de la temporada, el equipo Red Bull habría movido sus hilos en el mercado para tantear la posibilidad de que varios perfiles dentro de la parrilla pudieran incorporarse a la estructura de los austríacos.
Como ya dijo en la parte final de la temporada Cristhian Horner, jefe del equipo, después de la última carrera se tomarían unos días para analizar el entorno y tomar la mejor decisión posible junto con los propietarios del equipo.
Los rumores apuntan a que el propio Max Verstappen habría condicionado a su equipo para retener al mexicano en sus filas, ya que como el cree, este conoce perfectamente al equipo de trabajo y sabe jugar con las reglas para apoyar a conseguir los objetivos corales.
El holandés habría alegado que la llegada de un piloto externo, que en este caso sería el madrileño, alteraría el orden de Red Bull y no beneficiaría en nada a que el equipo avanzara. El equilibrio que la alineación actual tiene ya sería el ideal para seguir desarrollando los éxitos de la marca.