Max Verstappen aún digiere la derrota más ajustada de su carrera: dos puntos le han separado del pentacampeonato y han convertido a Lando Norris en el nuevo campeón del mundo. Tras el GP de Abu Dabi, el neerlandés apareció sereno, deportivo y con un discurso impecable… hasta que llegó la pregunta que lo incomodó: “¿Perdiste el título en Barcelona?”. Entonces, el tono cambió. Visiblemente molesto, respondió: “Sabía que esto iba a pasar. Ahora me estás mirando con esa sonrisa estúpida…”.
Lo ocurrido en Montmeló sigue siendo uno de los episodios más señalados del año. Aquel toque con George Russell, provocado por la frustración tras devolverle una posición por orden del equipo, terminó en sanción y un décimo puesto que costó puntos clave. Verstappen siempre ha admitido su error, pero no quiere que se simplifique un Mundial de 24 carreras a un único instante. “Te olvidas de todo lo demás que pasó en mi temporada. Sólo mencionas Barcelona”, reprochó en sala de prensa, dejando clara su incomodidad.
El neerlandés recordó que, así como él cometió fallos, McLaren también le regaló oportunidades. Desde la doble descalificación de Las Vegas hasta errores internos que costaron puntos a Norris y Piastri. “También me dieron muchos regalos de Navidad anticipados en la segunda mitad”, lanzó con ironía. Una forma elegante de decir que la lucha fue mucho más compleja que un choque aislado en España, y que la balanza pudo caer hacia cualquier lado.
Aun así, Verstappen ha dado una lección de cómo perder un Mundial. Felicitó a Norris, valoró el trabajo de su equipo y aseguró que no siente decepción. La remontada que protagonizó en la segunda mitad del año, pese a no lograr el título, le deja satisfecho. Pocas veces se ha visto a un Verstappen tan maduro y con tanta capacidad para relativizar una derrota tan dolorosa. Lo que no tolera es la narrativa simplista que intenta reducirlo todo a un error puntual.
Con el campeonato ya cerrado y apenas mes y medio por delante para preparar la nueva era de 2026, Red Bull afronta un invierno decisivo. El neerlandés también sabe que la próxima temporada arrancará con todo igualado por el cambio de normativa. Abu Dabi marca el final de una batalla inolvidable… pero, sobre todo, el comienzo inmediato de la siguiente. El fuego sigue encendido.