Normalmente, los nuevos pilotos tienen mejores actuaciones y mejores resultados en su segundo año en Fórmula 1 en comparación a su temporada de debut. En el caso de Yuki Tsunoda no ha sido del todo así, ha mejorado en unos aspectos, pero ha empeorado en otros. La parte positiva es que tuvo más confianza al volante del monoplaza de Alpha Tauri para ir más al límite y también llegó a 2022 en un estado de forma óptimo.
En la otra cara de la moneda estuvo la baja competitividad del coche italiano, lo que fue un claro limitante a la hora de sumar buenos resultados. El paso hacia atrás había sido grande, en 2022 perdió más de la mitad de los puntos que había obtenido en 2021, estuvo menos veces en el top 10 y cayó posiciones en la general. Esta caída no solamente había afectado al japonés, sino también a Pierre Gasly, que vivió la misma situación que su compañero.
"Principalmente, hubo dos motivos (por lo que había mejorado en 2022). El primero fue mi desarrollo físico, trabajé mucho en ello antes de que empezara la temporada, eso marcó una gran diferencia en mi condición física, lo que mejoró mi concentración en las carreras. El segundo motivo fue que mi nivel de confianza volvió después de haber perdido en mi primera temporada en F1, esa había sido una gran limitación. Fui capaz de recuperar esa confianza poco a poco, especialmente en las últimas tres carreras de 2021. Estos fueron los dos factores que fueron claves en mi mejora como piloto", declaraciones recogidas de una entrevista publicada en la web de Alpha Tauri F1.