Ha vuelto a ocurrir. En Spa-Francorchamps, cuando diluvia, es imposible para los monoplazas, no dejando que la Fórmula 3 pudiera disputar su Feature Race. No podemos hablar de victoria de Brad Benavides ni de nadie, o del desempeño de Bruno del Pino o de Mari Boya, salvo un paseo tras el Safety Car en unas condiciones que se antojaban peligrosas tanto por falta de agarre como de visibilidad, en especial de esto último.
Lo único reseñable han sido los dos incidentes: el de Brando Badoer chocando con Tim Tramnitz en el primer intento y el de Tasanapol Inthraphuvasak trompeando antes de empanzar su Campos en el piano. No ha habido más acción sobre un circuito en el que el diluvio es algo habitual incluso en verano y unos monoplazas incapaces de rodar bajo el húmedo elemento, incluso con unos neumáticos de lluvia de Pirelli que, de tener consciencia, se plantearían su existencia cual robot hecho para pasar mantequilla.
De esta manera, los pilotos ya centran su atención en el circuito de Hungaroring, donde disputarán la siguient ronda del año entre los días 1 y 3 de agosto.