Las 6 horas de entrenamientos libres del jueves han sido las últimas de las que los equipos de la IndyCar han dispuesto con los niveles de presión de turbo que se usarán en carrera, por lo que todos ellos apostaron aún más por probar configuraciones de carrera. Esto hizo que las mejores vueltas fuesen, de nuevo, algo más lentas que las vistas el lunes y el miércoles, y que se registrasen los mejores cronos sin rebufo de la semana, en un día tranquilo, soleado y sin apenas incidentes.
En cabeza, sin embargo, la situación sigue siendo bastante sospechosa. Honda ha copado las cuatro primeras posiciones, y 11 de los 15 coches más rápidos de ayer están propulsados por la marca nipona, una situación totalmente opuesta a lo visto hasta ahora, y que ni siquiera las mejoras en el motor justificarían. Resultó aún más sorprendente la presencia en estos puestos de honor del equipo Dale Coyne. El piloto colombiano Gabby Chaves lideró la tabla de tiempos del día con un promedio de 227.961, y sus compañeros Conor Daly y Pippa Mann fuera 4º y 10ª, respectivamente.
Tras Chaves, acabaron dos de los cinco pilotos de Andretti Autosport para la carrera, Townsend Bell y Carlos Muñoz. Los coches del equipo de Michael volvieron a ser competitivos, con Marco Andretti en el top 10 y Ryan Hunter-Reay bordeándolo. Por su parte, Ganassi y Penske lideraron el contingente Chevrolet, con Charlie Kimball batiendo a Juan Pablo Montoya, Scott Dixon y Hélio Castroneves. Montoya sufrió el problema más destacado del día, al quedarse tirado en el interior de la curva 3.
En la clasificación de tiempos obtenidos sin rebufo, el orden fue algo más parecido a lo habitual. Will Power lideró con un 225.381, superando a Graham Rahal, Dixon, Montoya y el mejor Honda, Alexander Rossi. Todos ellos superaron las 225 millas por hora de promedio. En esta clasificación, Oriol Servià fue el décimo más rápido con un promedio de 223.809. Su mejor vuelta con rebufo, 226.221, bastó al piloto catalán para acabar el día en 16º lugar, habiendo sido además el piloto que más vueltas dio en todo el día, un total de 127.
Todos los pilotos inscritos participarton, incluso Spencer Pigot, que sólo completó una vuelta de instalación en su reconstruido coche tras su accidente el miércoles. Este viernes, la presión de los turbos aumentará de 130 a 140 kilopascales. Salvo lluvia, el Fast Friday, el último día de pruebas antes del finde de clasificación, verá superada la barrera de las 230 millas por hora de promedio, y destapará a aquellos equipos que hayan escondido sus cartas estos días. 6 horas de acción, de las que la primera y la última serán las más bulliciosas por las temperaturas.