KTM atraviesa un momento delicado debido a la quiebra de KTM Motorsports AG, una de sus filiales financieras. Esta crisis ha generado incertidumbre sobre el pago de sueldos y la continuidad de algunos proyectos. Según las primeras informaciones, la insolvencia afecta directamente a las operaciones globales del fabricante.
La filial, creada para gestionar el capital en competiciones deportivas y actividades asociadas, acumuló una deuda insostenible que llevó a su cierre. La empresa matriz, Pierer Mobility AG, aseguró que las actividades deportivas seguirán, pero reconoció el impacto en su estabilidad financiera a corto plazo.
El equipo de MotoGP, principal exponente de KTM en la competición, no se ha pronunciado oficialmente. Sin embargo, fuentes internas revelaron preocupaciones por posibles recortes presupuestarios, lo que podría repercutir en el rendimiento de la marca en el campeonato.
La compañía confía en que sus sólidas operaciones comerciales ayuden a mitigar las consecuencias. Mientras tanto, los expertos coinciden en que KTM necesitará un plan financiero claro para superar este bache sin comprometer su reputación en el sector.