Marc Márquez encara el Gran Premio de Francia con ganas de dejar atrás la decepción vivida en Jerez, donde se cayó en la segunda vuelta cuando tenía ritmo y opciones claras de victoria. A pesar del error, sigue segundo en la clasificación general, a solo un punto de su hermano Álex, que lidera el campeonato tras ganar su primera carrera.
Pecco Bagnaia, actual campeón del mundo, se encuentra algo más alejado en la tabla. Aunque solo le separan 20 puntos del líder, su rendimiento ha sido más irregular. Márquez, sin embargo, no cree que esté en crisis: ve al italiano fuerte, pero reconoce que la velocidad general ha subido este año y eso obliga a todos a adaptarse más rápido.
Sobre su caída en Jerez, Marc admite que fue fruto de su ambición, pero asegura que no va a cambiar su enfoque. Confía en sus sensaciones sobre la moto y cree que los errores no deben condicionar su pilotaje si quiere seguir siendo competitivo.
Marc también tuvo palabras de elogio para su hermano, a quien considera favorito provisional por su constancia y su capacidad de reponerse tras los errores. Asegura que su rivalidad no afecta a la buena relación que mantienen, y que ver a Álex tan competitivo solo lo motiva más.