Marc Márquez sufrió un duro revés en el Gran Premio de las Américas al caerse mientras lideraba la carrera, lo que le dejó sin puntos y le hizo perder el liderato del Mundial en favor de su hermano Álex Márquez. Tras un inicio de temporada perfecto, con cinco victorias entre sprints y carreras principales, el de Cervera vio truncada su racha en un circuito donde históricamente ha sido imbatible.
La estrategia en la parrilla jugó un papel clave. Con la carrera declarada en mojado y posibilidad de cambio de moto (flag to flag), Márquez utilizó su conocimiento del reglamento para forzar una bandera roja al hacer que más de diez pilotos entraran a boxes antes de la salida, asegurándose una nueva parrilla con neumáticos de seco. "Sabía que iba a perder más tiempo cambiando de moto en carrera que saliendo último", explicó.
Sin embargo, cuando lideraba cómodamente, un error le costó la carrera. "Toqué demasiado el piano mojado y me fui al suelo", reconoció Márquez, lamentando la oportunidad perdida. Con su caída, Pecco Bagnaia se llevó la victoria, recuperando opciones en la lucha por el título.
A pesar del revés, el piloto de Ducati mantiene la confianza. "Ni ayer era Superman ni hoy es un desastre. El Mundial puede cambiar en un milisegundo", afirmó. Ahora, con Álex Márquez como nuevo líder y Bagnaia acercándose, la emoción del mundial sigue más viva que nunca.