A pesar de su buena actuación el pasado curso, Yamaha no tuvo a bien dar a Zarco para 2018 la misma moto que llevan Rossi y Viñales. Con el material que cuenta, el francés optó por hacer un híbrido con las versiones de los dos últimos años, más la aerodinámica de este.
El del Tech 3 debió aceptar resignado esta decisión de la marca y, mientras que los dos oficiales se han venido quejando de problemas de electrónica desde la pretemporada, Zarco se ha limitado a trabajar con lo que tiene, mojando la oreja en más de una ocasión a los del Movistar Yamaha desde la pretemporada.
En Argentina, tras ser tercero y mejor Yamaha en clasificación, Viñales fue el último en alzar la voz sobre el bicampeón de Moto2, afirmando que el galo está llevando un motor diferente al suyo que probó en pretemporada y pidió posteriormente, pero no tuvo opción de volver a él.
Zarco fue preguntado sobre este asunto, limitándose a contestar que lo único que sabía es que era "un motor Yamaha, con muchos caballos y cuatro cilindros en línea", sin desvelar si era o no el mismo que los oficiales.
Tras un primer año notable en el que acabó como mejor rookie, Zarco afirma que de poco le valen la información acumulada, ya que su pilotaje ha evolucionado desde entonces.
"No estoy mirando mucho los datos del año pasado porque mi estilo ha cambiado y estoy pilotando la moto de forma muy diferente a como lo hacía hace una año cuando tenía muy poca experiencia", explicó Zarco. "Utilizo más datos de las últimas tres carreras del año pasado y de los test", zanja.