El piloto francés del Tech3 ha decidido dar marcha atrás a sus iniciales intenciones de afrontar la temporada 2018 con una Yamaha M1 de la pasada temporada, la misma que tantos problemas causó a los oficiales Valentino Rossi y Maverick Viñales, y este martes en Sepang aseguró que va a volver a la montura de 2016, la misma con que debutó el pasado año en el Mundial, con la que, asegura, tiene “mejores sensaciones”.
“He decidido usar mi moto del año pasado (M1 2016) para entender un poco más la situación y mis sensaciones. [El martes] Por la mañana las condiciones eran buenas para ir rápido, pero no lo fui suficiente. Creo que con un año de experiencia aún me quedan cosas por aprender, pero creo que va algo mejor”, en referencia a la moto que ya usó el pasado curso.
Tras este anuncio, el equipo Tech3 afrontará el próximo test en Tailandia con el chasis 2016 y el motor de la pasada temporada, una moto muy similar a la que utilizaron los pilotos oficiales en el último Gran Premio de Valencia, donde recuperaron el bastidor del año anterior.
Pero no sólo eso, sino que Zarco, tras estudiar los datos de la moto, ha llegado a la conclusión de que el pilotaje adecuado para sacarle el máximo rendimiento es el que desplegó Jorge Lorenzo en su última temporada en Yamaha.
“Para el próximo test seguiré trabajando con la moto que estoy usando (2016) y trataré de aprender a pilotarla cómo lo hacía Lorenzo entonces. Y si lo hago creo que eso me permitirá ir más rápido”, se aventuró el piloto de la Costa Azul. “La moto de 2016 es mejor opción porque hace el trabajo más difícil”, apuntilló tras desestimar Yamaha entregarle el mismo material que a los pilotos oficiales este 2018.
Pero renunciar al chasis 2017 no es hacerlo a todo el paquete. Además del motor del año pasado, el galo podrá beneficiarse de la aerodinámica.
“La nueva aerodinámica te ofrece menos velocidad pero más estabilidad y contacto delante. Te hace ir un poco más lento pero te permite hacer muchas cosas delante”, argumentó Zarco.