Desde el Gran Premio de casa, McLaren siempre había tenido a uno de sus coches dentro de la zona de puntos, pero esta racha de cuatro carreras seguidas ha llegado a su final en Spa. Lando Norris consiguió llegar a Q3, pero fue uno de los muchos que tenía penalización para la parrilla y estuvo forzado a comenzar la carrera desde el decimopuesto lugar.
Hizo todo lo que estuvo en su mano para remontar, alcanzó al grupo que estaba luchando por el último punto, pero estuvo estancado en la duodécima posición debido a que los coches que tenía por delante activaban el DRS, por lo que su trabajo no se recompensó de ninguna manera.
"Fue una carrera difícil, pero incluso más de lo que esperaba. No fue sencillo adelantar, estuve en un tren de DRS y no había mucho que hacer. Los pequeños cambios que hicimos en el coche marcaron la diferencia, así que hubo aspectos positivos. Seguiremos trabajando, empujando y lo analizaremos todo para volver a la lucha contra Alpine en Zandvoort", finaliza el británico en el comunicado de prensa de McLaren F1.