Suele ser habitual que los pilotos de Mercedes tengan dificultades con su monoplaza el viernes, pero con el trabajo por la noche y en los libres 3 son capaces de dar un salto hacia adelante en la clasificación y en la carrera.
Esta situación se ha repetido hoy. Lewis Hamilton y George Russell habían comunicado a su equipo que tenían problemas de rebote y de maniobrabilidad, dos aspectos que nadie desearía tener en un circuito urbano donde los muros están tan cerca. El heptacampeón había sido el más rápido en los primeros entrenamientos, pero la desventaja aumentó con los Ferrari, que terminaron en cabeza, cuando la cayó la noche.
"Hoy comenzó bien con los libres 1, pero no fue tan fantástico en la segunda sesión. El coche es el que es, estuvimos botando mucho, pero no parece que estemos demasiado lejos este fin de semana. No hay mucho que podamos hacer con la rigidez del coche con las herramientas que tenemos, pero podemos encontrar más tiempo desde el punto de vista de los reglajes. Con la configuración que teníamos hoy, aún había mucho que extraer", concluye el británico en el comunicado de Mercedes post libres.