Malas noticias llegan desde el circuito canadiense de Mosport, donde se disputa este fin de semana la segunda cita de la clase SprintX de la Pirelli World Challenge. Álex Riberas, después de haber marcado el mejor tiempo en la clasificación, batiendo el récord de la pista, perdió el control de su Ferrari 488 GT3 en la curva 3, impactando violentamente contra las protecciones. Pese a que el coche acabó destrozado, el piloto español salió ileso.
A consecuencia del golpe, el chasis del Ferrari #61, que comparte con el canadiense Kyle Marcelli, ha quedado dañado, siendo imposible para el equipo tener el coche reparado a tiempo para la carrera de hoy. Riberas se ve forzado a perderse el fin de semana completo, lo que supondrá un duro golpe en el campeonato. La parte positiva del acontecimiento es que, pese a que el impacto contra las protecciones fue muy fuerte, el piloto español pudo salir por su propio pie.