Este fin de semana se disputa la penúltima cita del Mundial de Fórmula 1 2017. Brasil se hará con todo el protagonismo y allí Carlos Sainz quiere hacer un buen papel tras su abandono en la última cita.
"Obviamente es un circuito bonito donde sentimos el aura de Ayrton Senna en todas partes. Él siempre está en los corazones de las personas y esto hace que esta cita sea muy especial. De hecho, esta no es una pista que me guste especialmente, pero es uno de esos lugares históricos donde la F1 tiene que estar presente. Hay muchas historias en Brasil y se han decidido muchos campeonatos. La cultura brasileña es bastante ecléctica y es probablemente mi destino favorito en el calendario en cuanto a la comida", comentó.
"El año pasado tuve una buena carrera y fue uno de mis Grandes Premios más completos. Fui decimoquinto en la clasificación, a dos segundos de los mejores, ¡y de repente me encontré luchando con ellos bajo la lluvia! Pusimos en marcha una estrategia que dio sus frutos. Habíamos trabajado bien y ese domingo genial acabamos con ocho puntos", afirmó Sainz.
"Interlagos es un circuito clásico. Está lleno de desafíos, especialmente en la sección de las curvas que presenta cambios en la elevación. El tiempo a menudo presenta algunas sorpresas. Puede ser agradable y muy caluroso antes de que lleguen las tormentas. El secreto es acostumbrarse rápidamente al clima y tener un monoplaza bien equilibrado que esté adaptado a las condiciones secas y húmedas", añadió el de Renault.
"En México fue difícil. Mi trompo a alta velocidad ralentizó mi carrera. Después de las últimas citas, creo que tenemos un coche que puede estar entre los diez primeros. Tenemos que mantener ambos en la pista y pensar en los puntos nuevamente en Brasil. Necesitamos contraatacar", finalizó el español.