El ADAC GT Masters visitó el circuito de Slovakiaring hace dos semana. Durante el transcurso de esa prueba, el Mercedes SLS de HTP Motorsport pilotado en ese momento por Maximilian Buhk sufrió un pinchazo. El piloto, pensando que podría ser algo mayor, paró el vehículo en el interior de la curva una, un lugar de difícil acceso para las asistencias, lo que provocó la salida del safety car que anuló los últimos 20 minutos de carrera, mostrando la ineficacia de los comisarios.
Unos comisarios enfadados, que tal como explicamos en la crónica de carrera, decidieron excluir de la misma al Mercedes de Buhk, algo que no tenía mucho sentido ya que el coche no había finalizado la carrera. El motivo de la exclusión, según se explicó, fue que Buhk se negó a mover el coche según las instrucciones de los comisarios, ya que según el criterio del piloto, no quería dañarlo.
La sanción de los comisarios fue más allá pues tramitaron la retirada de la licencia de piloto hasta que se celebrara un juicio interno en el que juzgar la acción. La federación alemana no da cautelares en este caso, y aunque tanto piloto como el equipo HTP Motorsport confiaba que la situación se resolviera antes de la disputa de la prueba de las Blancpain GT Series, finalmente no fue así y el piloto no pudo competir este fin de semana.
El equipo se ha mostrado verdaderamente enfadado con la decisión, pues no creen que la sanción impuesta se ajuste al suceso. Incluso se puede creer en una venganza de los comisarios, que quedaron en evidencia por la lentitud mostrada en la retirada del coche. En cualquier caso, un acontecimiento sucedido en otro campeonato le ha costado la posibilidad de ganar otro campeonato, algo que parece totalmente desmedido.
Maximilian Gotz estuvo en carrera y logró 16 puntos. Ahora es el nuevo líder en solitario. Buhk, con 69 puntos, es segundo, sabiendo que pase lo que pase, no podrá ser campeón de las Blancpain Sprint Series.