Cierto es que esta edición 93º de las 24 Horas de Le Mans no ha sido la más emocionante de la historia. De hecho, ha sido un Le Mans bastante sobrio después de varios años de éxtasis continuo de principio a fin, en especial con dos ediciones legendarias. Aún así, se han dado grandes gestas en esta edición.
Para empezar, la victoria de Robert Kubica supone la primera de un piloto polaco en la historia de Le Mans - y la segunda de un piloto que también ha ganado en Fórmula 1 en el siglo XXI después de que lo hiciera Fernando Alonso. Esto era más habitual en el siglo XX, cuando se veía a pilotos de F1 también corriendo en carreras de resistencia y sport prototipos con bastante asiduidad, algo que se ha perdido desde hace mucho.
Es, sin duda, un Le Mans histórico para Polonia, pero no sólo por Kubica. Y es que en LMP2 celebraron una nueva victoria del modesto equipo Inter Europol, triunfando ante VDS Panis Racing, AO by TF, Iron Lynx y la propia AF Corse, entre otros equipos establecidos. Inter Europol ya logró la victoria en esta categoría hace dos años, cuando tenían en sus filas a uno de los pilotos españoles mejor valorados en la disciplina, Albert Costa - uno de esos nombres que, si la historia hubiera sido más justa, le hubiéramos tenido hace mucho en F1.
Para China, esa gran gigante que a nivel tecnológico está poniendo las cosas muy difícil a Europa en el mercado, también es un día relevante. Y es que, pese a no tener un gran legado de carreras, Yifei Ye se ha convertido en el primer piloto chino en ganar Le Mans. Son muchos los que lo han intentado, y Ye de hecho ya lideró en 2023 cuando militaba para Porsche Jota con el 963 privado.
Y, hablando de privados, AF Corse ha cortado una racha desde hace casi 30 años - y es que desde 1996 no se veía a ningún coche no oficial ganando en Le Mans. Cierto es que el AF Corse #83 no es del todo privado, dado que es en efecto un Ferrari satélite, pero como tal no son Ferrari, como explicaba durante la carrera el propio Kubica. Caso similar al de 1996, cuando Joest Racing, estando asociado a Porsche y con ayuda de los mismos, logró vencer en Le Mans con el WSC95 (cuyo chasis procedía del Jaguar XJR-14 del Grupo C) frente a los Porsche 911 GT1.