Para los que llevamos viendo la Fórmula 1 durante décadas, ver anomalías y decisiones de los comisarios 'extrañas' no es nada nuevo. En algunos casos, son raras al no existir precedentes. Pero lo que se ha visto en Zandvoort no sólo sientan muy malos precedentes, sino que también rozan el caciquismo descarado y van en contra de lo que la propia FIA dice acerca de la manera en la que se penaliza a los pilotos. O no, según quien sea.
'Se penalizan las acciones, no las consecuencias', dicen. OK. Muy bien. Libres 3, y un George Russell 'empanao' entra en boxes cortando de repente la vuelta lanzada de Fernando Alonso, quien ha de abortar y meterse en boxes mientras que Russell no lo hace. Una maniobra que pudo acabar terriblemente mal para ambos, digna incluso de perder muchos, muchos puntos de Superlicencia.
¿Sanción? Sí, claro. 7.500 euros que no suponen más que una cena cara para ellos y una reprimenda, pero que no se moleste demasiado ni Russell ni Mercedes. Está el atenuante que ha ocurrido en libres y no en clasificación, cierto es, pero que se trata de una maniobra que pudo acabar en un accidente monumental no se lo quita nadie. Y salió, como quien dice, indemne. Los mismos protagonistas que, recordemos, en Australia Russell tuvo un accidente y la penalización se la llevó Alonso yendo delante del británico. Vaya.
Carrera. Leclerc adelanta a Russell en una resalida tras VSC en la que el monegasco estuvo muy espabilado, atacando por el exterior de la chicane y metiendo el coche CASI por fuera de la pista, pero no del todo. Russell exige sanción. Los comisarios se esperan a después de la carrera, como con ninguna otra acción en el fin de semana. ¿Para qué? ¿Para ver si Russell (y, de paso, Andrea Kimi Antonelli y más pilotos) quedan a menos de 10 segundos de Leclerc, aplicarle diez segundos por el contacto y que quedase detrás? No había realmente un motivo para esperarse y aplicar, o no, el reglamento.
En lo que a resultados de carrera, al final esto no tuvo efecto dado que Antonelli se pasó de rosca y se llevaría puesto después a Leclerc, llevándose, en efecto, 10 segundos de sanción, lo que a la postre y con otra sanción por exceso de velocidad en boxes, le dejaría sin puntos. Pero, y siendo esto una observación subjetiva, que los comisarios estaban esperando a ver cómo quedaban a final de carrera para aplicar una sanción 'a medida' dice mucho de los niveles de putrefacción a los que estamos llegando en la 'categoría reina'. Entre comillas, sí.
Y no hay dos sin tres, yendo ahora al incidente de Carlos Sainz y Liam Lawson. La ley dice ahora que quien esté delante del vértice es quien tiene derecho. Por tanto, Lawson tiene todo el derecho del mundo a hacer la curva, mirar por el espejo retrovisor, abrirse aposta y dejarse tropezar por el Williams de Sainz, que será él quien cargue con la culpa. Carrera arruinada para ambos, RB centrándose en un excelente Isack Hadjar que logra un podio que demuestra un enorme potencial. Eso y que el RB es mejor coche de lo que se cree y el Red Bull se queda en zona media si no está en manos de Verstappen.
Así pues, Lawson se deja golpear...y Sainz pierde dos puntos de Superlicencia. Claro que sí, guapi. Menos mal, eso sí, que se penalizan las acciones.
