Sin ganar ninguna carrera y con un coche que no está a la altura del Ford GT ni del Porsche 911, pero el piloto español Antonio García, junto a Jann Magnussen y el equipo Corvette Racing, ha logrado revalidar el campeonato IMSA en la categoría GTLM (en el WEC denominada GTE) a bordo del Chevrolet Corvette C7. R GTE. Poco faltó para que la historia hubira cambiado, ya que en Petit Le Mans, última cita del campeonato disputada en el circuito americano de Road Atlanta a diez horas de duración, el madrileño perdió el control del coche, golpeándolo contra uno de los cercanos muros con los que cuenta esta pista y obligándole a perder dos vueltas al tener que meter el coche en el box.
En esta situación al equipo solo le quedaba esperar, ya que dependían de que el Ford GT #67 de Ryan Briscoe y Richard Westbrook no quedara en posiciones de podio, algo que no sucedió debido a un bajón del equipo del oválo en las horas finales, que pasaron de ser segundos a quintos, ayudados, en parte, por el otro Corvette, el #4 de Oliver Gavin y Tommy Milner, siendo este último el que, tras una gran parada en boxes, adelantase al #67, que completaría el bajón final cediendo el puesto ante ambo BMW M8.
Una gran labor de equipo para culminar el tercer entorchado de Antonio García y Jann Magnusen en América junto al equipo Corvette (en 2013 logró vencer en las American Le Mans Series) y el segundo campeonato IMSA consecutivo; un gran número de éxitos que se sigue ampliando para este equipo, que también cuenta en sus vitrinas con un triunfo en Le Mans en el año 2011 y multitud de victorias en pruebas del campeonato americano, entre las que destaca la lograda en las 24 Horas de Daytona 2015.