Con la caída de rendimiento de Mercedes en la pasada campaña, Red Bull se ha convertido en el nuevo equipo referente de la parrilla. La competitividad de Max Verstappen al volante del RB18 había sido tal que pocas veces fue batido por los pilotos de las otras dos escuderías rivales. Aunque haya pequeños cambios en los monoplazas de 2023 respecto a la edición de 2022, los cuales están relacionados con el incremento de la altura del suelo y la ligera reducción del peso principalmente, Red Bull tendrá un peso extra sobre sus hombros. Como superaron el techo presupuestario en la temporada 2021, la penalización impuesta por la FIA para 2023 es que tendrán un menor tiempo de uso del túnel de viento (10% menos).
Max Verstappen tiene claro que esta medida tendrá una repercusión, pero está convencido de que su equipo hará todo lo posible para desarrollar un monoplaza aún más competitivo que su antecesor, sin importar cuánto perderán por esa penalización.
"Nos afectará, pero ¿cuánto? No lo sabemos todavía. Estoy seguro de que el equipo puede usarlo como una motivación extra para intentar hacerlo incluso mejor. Sin duda, sé que siempre darán el máximo. Aunque tengamos un coche muy competitivo, tenemos muchas grandes ideas para el coche del próximo año", palabras recogidas de la web oficial de la F1.