Se trata de la última carrera antes del parón veraniego y llega tras un par de semanas de trabajo intenso en las instalaciones de Motor & Sport Institute para la puesta a punto de los monoplazas.
No cabe duda de que el exigente trazado belga será una dura prueba para todos los integrantes del equipo, pero como ya demostraron en Cheste darán lo mejor de sí para estar en la parte alta de la tabla.
Philippe Valenza, jefe del equipo: "Llegamos al ecuador del campeonato con muchas ganas de seguir peleando por estar donde nos merecemos. Es cierto que Spa-Francorchamps siempre es un reto, pero que nadie tenga duda de que daremos lo mejor de nosotros mismos para conseguirlo".