La lluvia no ha llegado este domingo a Sepang y tal y como ya predijo Fernando Alonso, ha resultado demasiado difícil puntuar en el GP de Malasia. Tanto ha sido así que el español de McLaren ha tenido que conformarse con la undécima posición aún con la prematura retirada de Kimi Räikkönen. Afortunadamente para los intereses de los de Woking, Vandoorne ha podido mantener la séptima posición de la parrilla de salida.
“Ha sido toda la carrera en seco y en las primeras curvas ha habido lío con los Williams”, se lamentaba Alonso que veía como se partía el grupo tras lo ocurrido en los primeros metros de la carrera “perdimos el tren de cabeza y nos quedamos detrás de mucho tráfico. No ha sido una carrera muy buena. A ver qué tal nos va la semana que viene.”
Lo cierto es que ha sido una carrera llena de tráfico para el español y su mayor exponente ha sido su pelea con Kevin Magnussen en la que han llegado a tocarse en la curva 1: “Casi nos tocamos o realmente nos tocamos. Es la típica acción que no lleva ganancia para ninguno de los dos y que a veces tenemos con algunos de los pilotos que tenemos aquí. Esta vez salió todo bien, pero perdimos 3 o 4 segundos en una maniobra que iba a tener el mismo resultado final. La curva ya estaba hecha y ya estábamos negociando los dos. Son cosas que pasan.”
“Dos carreras en los puntos es bueno para el Campeonato de Constructores. Yo no he podido ayudar hoy y me quedé con un grupo retrasado desde el principio. No pude cogerles. Al menos tenemos puntos para el equipo”, analiza el piloto asturiano con la vista puesta en la carrera local de Honda en Suzuka la semana que viene “Será más difícil por la sensibilidad de la potencia. Es la carrera de casa para Honda y sería fantástico poder puntuar allí.”