La escudería alemana había pasado de luchar por un buen resultado en el Principado de Mónaco a quedarse sin representantes en el día de la carrera debido a los abandonos de sus dos coches.
Pascal Wehrlein era la punta de lanza de Porsche, comenzaba segundo, pero consiguió ponerse en cabeza gracias a que Mitch Evans activó el attack mode y perdió el liderato. Todo estaba de cara para el piloto alemán, pero un fallo de fiabilidad repentino le hizo abandonar.
Florian Modlinger, jefe del equipo, habla sobre la retirada de Wehrlein: "El coche se apagó completamente y no tuvimos contacto con el piloto, por lo que necesitamos analizar los datos para saber exactamente qué ha sucedido. Es realmente decepcionante, ha pasado de liderar la carrera a quedarse sin puntos".
Por el lado del otro Porsche, André Lotterer estaba situado dentro del Top 6, así que podía salvar los muebles. Aunque la fortuna tampoco estuvo de su lado. Rowland se lanzó con todo para adelantarle por el interior de la curva 1, le tocó ligeramente a la salida de la misma y, como se había quedado sin espacio, el único Porsche impactó contra el guardarraíl y estuvo forzado a retirarse.
Modlinger, sobre el abandono de Lotterer: "Fue otro incidente muy decepcionante porque estaba rodando en el Top 6 y luego un competidor le dejó fuera de la carrera. André estuvo enfadado, pero así son las carreras, ya no puedes hacer nada", concluye el jefe del equipo, en palabras para la página de la Fórmula E.