Después de una larga temporada sin casi cambios y con continuas quejas por parte de Red Bull, el motorista francés, que ya había dejado claro que no quería usar los tokens con cuentagotas durante la temporada para ir haciendo pequeñas actualizaciones, trae para la recta final una mejora en la potencia y la eficiencia del motor de combustión interna, ya mirando hacia 2016.
La decisión de si montar o no los nuevos motores en Austin aún no ha sido tomada. Se debe tener en cuenta que supondrá una penalización en parrilla para los pilotos de Red Bull, que ya han excedido los 4 motores por temporada, y se tienen que ver los pros y contras de su utilización. Viendo que solo quedan 3 carreras a parte del GP de Austin, seguramente sería una buena opción el jugársela y ver si esas mejoras les traen beneficios reales y les acerca a Mercedes y Ferrari.
La escudería roja también traerá una actualización en Austin. Con su piloto estrella luchando por el subcampeonato, es de recibo que no vaya a montar el nuevo motor pero podría hacerlo su compañero Kimi Räikkönen. Se han usado los últimos 4 tokens y esperan ganar terreno a Mercedes ya de cara a 2016.