Cadillac sigue dando pasos firmes para su debut en la Fórmula 1 en 2026 y ha incorporado a Adam Baker como uno de sus grandes fichajes estratégicos. El ingeniero australiano, que hasta hace unos meses era una de las cabezas visibles del proyecto de Audi F1, se encargará de supervisar el departamento interno de motores que la marca estadounidense tendrá en Charlotte, Carolina del Norte, según ha informado Motorsport Magazin.
Baker dejó su puesto en Audi el pasado mes de mayo, como parte de la reestructuración del programa de motorización de la firma alemana. En su etapa como CEO del proyecto de Fórmula 1, fue clave en las primeras fases del desarrollo de la unidad de potencia y en la planificación de su llegada al Gran Circo, prevista para 2026. Su salida dio paso a Christian Foyer, quien asumió las responsabilidades operativas dentro de la marca de los cuatro aros.
Ahora, Cadillac apuesta por su experiencia para construir los cimientos de su futuro. La escudería estadounidense, que debutará como undécimo equipo de la parrilla, contará en su estreno con motores Ferrari como proveedor inicial, mientras General Motors avanza en el desarrollo de su propia unidad de potencia para las próximas temporadas. El trabajo de Baker será clave para coordinar ese salto tecnológico y garantizar la competitividad del proyecto desde el primer día.
La llegada de Baker refuerza un organigrama que ya cuenta con una sólida estructura de pilotos y personal técnico. Cadillac, con sede principal en Silverstone, ha centrado sus esfuerzos en fichar talento de primer nivel para acelerar su adaptación a la Fórmula 1 y aspirar a resultados ambiciosos en su debut.
Con este movimiento, el fabricante estadounidense envía un mensaje claro: su entrada en la categoría reina no será testimonial. La experiencia de Adam Baker, curtido en los procesos de integración de Audi en F1, puede marcar la diferencia a la hora de convertir a Cadillac en un proyecto competitivo a medio plazo.