El domingo comenzó con esperanzas para Fernando Alonso, quien consiguió colocar su Aston Martin en la Q3 en una clasificación marcada por el caos climático. Sin embargo, en esa última ronda, un accidente lo relegó a la novena posición, aunque en zona de puntos. Durante la carrera, una batalla constante y un incidente en la curva 12 lo llevaron a perder posiciones y salir de la pista, quedando en la última posición tras reincorporarse en la vuelta 43.
A pesar de este revés, Alonso aún adelantó a Guanyu Zhou, colocándose 14º. Pero en la vuelta 67, dos antes del final, transmitió un mensaje claro a su equipo: "Acabaré la carrera por los mecánicos... pero me duele la espalda, este rebote no es normal". Con estas palabras, el piloto quiso reconocer el esfuerzo de sus mecánicos, quienes trabajaron intensamente tras su accidente y el de Lance Stroll en clasificación.
El mensaje de Alonso mostró tanto su agradecimiento como su frustración. El AMR24 sigue sin darle la estabilidad necesaria, permitiéndole puntuar por última vez en Singapur hace cuatro carreras. A falta de tres Grandes Premios, el español mantiene su novena posición en el Mundial de Pilotos con 62 puntos, el doble que Nico Hulkenberg, quien ocupa el décimo lugar.