Aston Martin afronta la nueva era de la Fórmula 1 con una confianza inquebrantable. Enrico Cardile, nuevo responsable técnico del equipo, ha asegurado que el proyecto de 2026 está bien encaminado y que el AMR26 será un coche competitivo. Sin embargo, el italiano reconoce que el reto no es empezar dominando, sino terminar la temporada en lo más alto. “Lo haremos bien el año que viene. No sé si será en la primera, en la segunda o en la séptima carrera, pero tenemos el compromiso y la confianza de que saldrá bien. El fracaso no es una opción”, afirmó en declaraciones a la web del equipo.
Cardile insiste en que el objetivo es tener una base sólida que permita crecer con el paso de las carreras. Su estrategia recuerda a la que Red Bull aplicó en 2022: comenzar con un coche competitivo, pero con margen de desarrollo, hasta convertirlo en la referencia del campeonato. “Tenemos objetivos claros sobre lo que queremos lograr. Hay líneas de desarrollo que quizá no den resultados inmediatos, pero que pueden ayudarnos a alcanzar metas ambiciosas. Estamos haciendo nuestras apuestas”, explica el ingeniero, que considera más importante el progreso constante que el rendimiento inicial.
El nuevo técnico de Aston Martin conoce bien este tipo de procesos. Fue una figura clave en Ferrari durante el nacimiento del F1-75, un coche que comenzó liderando el Mundial en 2022, pero que terminó siendo superado por Red Bull. Ahora, Cardile quiere evitar los errores del pasado. “No se trata de acertar o equivocarse al principio, sino de ganar al final. No hay nada malo en cambiar de rumbo si eso nos acerca al objetivo”, remarca. Una filosofía que contrasta con la cultura de impaciencia que ha caracterizado a la Scuderia en los últimos años.
El potencial del proyecto de Aston Martin es enorme. Con la llegada de Honda como socio de fábrica, las nuevas instalaciones de Silverstone y figuras de la talla de Adrian Newey y Fernando Alonso implicadas en el desarrollo, la estructura británica tiene motivos para creer. Cardile también ha dejado claro que su equipo no pretende copiar a nadie, sino crear su propio camino: “Tenemos todo lo necesario para hacer un gran trabajo: tecnología, talento y un entorno que favorece la innovación”.
Con todo, el discurso de Cardile transmite una mezcla de ambición y realismo. Aston Martin quiere evitar la ansiedad de resultados inmediatos y centrarse en construir una base ganadora para los próximos años. Si el AMR26 cumple con las expectativas, 2026 podría marcar el inicio de una nueva etapa dorada para el equipo de Silverstone. La gran incógnita ya no es si lo conseguirán, sino cuándo llegará ese momento.