Brendon Hartley ha realizado una serie de declaraciones en las que su ex equipo en Fórmula 1 Toro Rosso ya estaba planeando prescindir de sus servicios desde el Gran Premio de Mónaco de 2018 en el mes de mayo. El neozelandés solo ha estado una temporada completa en la categoría reina pese a provenir de ganar las 24 Horas de Le Mans ya que Toro Rosso contará con Daniil Kvyat y Alexander Albon para 2019.
Según lo que ha revelado el propio piloto al medio The Player’s Tribune, en Mónaco Red Bull estuvo contactando con McLaren acerca de Lando Norris, quien debutará en 2019 pero con la escudería de Woking. Hartley mantuvo su puesto hasta final de temporada y logró grandes actuaciones en clasificación y en carrera con el Toro Rosso-Honda, pero apenas una hora después del final de la temporada en Abu Dabi se le dijo en una reunión que no continuaría con el equipo.
“Una hora (tras la carrera), se me convocó a una reunión. Y unos minutos después de eso, yo ya no era piloto de Fórmula 1. En la reunión no se dijo mucho. Estaba claro desde entonces que ya en Mónaco se empezó un plan para apartarme. Lo peor de ese día fue darme cuenta de que había certeza en aquellos rumores. Tras unas pocas carreras, había gente que no me quería allí”, cuenta Hartley según recoge Autosport.
“Caminé de vuelta al apartamento mirando los muros del circuito de Monte-Carlo, sabiendo que si la cagaba, si chocaba con esos muros ese fin de semana, mi carrera en Fórmula 1 se acabaría en unos días. Sabía que cada sesión de prácticas me pesaba más. Cada tiempo de vuelta, cada resultado iba a estar bajo escrutinio y podía usarse en mi contra para quitarme el asiento”, continuó.
Pese a ello, los miembros de Toro Rosso en el lado de su garaje continuaron apoyándole hasta el final, algo que el neozelandés agradece y asegura que echará de menos. Hartley no descarta volver a la Fórmula 1 en el futuro, si bien de momento está sin programa de carreras para este 2019.