Carlos Sainz enfrentó un desafortunado domingo en el Gran Premio de Sao Paulo, donde primero se accidentó en la Q2 de la clasificación pospuesta, y más tarde, en carrera, tuvo que abandonar tras un segundo choque que dejó su Ferrari contra el muro. Al descender del SF-24, Sainz calificó la jornada como "un día de pesadilla", lamentando no haber podido evitar ninguno de los incidentes.
"Tuve dos accidentes desafortunados y muy extraños hoy; no hubo señales previas que indicaran que podría pasar, así que no pude hacer nada para evitarlos", señaló Sainz. "Salí desde el pitlane y las opciones para avanzar eran limitadas, pero pido disculpas al equipo; espero que volvamos más fuertes."
El piloto comentó que, a pesar del buen rendimiento del Ferrari en seco en las últimas carreras, las sensaciones sobre mojado no han mejorado. Sainz admitió que, aunque siempre se sintió cómodo bajo estas condiciones, el SF-24 se vuelve impredecible cuando el clima no acompaña: "Nunca he tenido buenas sensaciones con este coche en mojado. No sé si es por los neumáticos, pero es muy difícil de pilotar así".
En cuanto al objetivo de Ferrari de alcanzar a McLaren en el mundial de constructores, Sainz se mostró optimista, a pesar de que la distancia aumentó a 37 puntos tras este fin de semana. “Nos quedan tres carreras clave. Es momento de reagruparse y enfrentar lo que viene de la mejor forma posible", concluyó Sainz.