Los test de pretemporada han sido productivos para la escudería de Maranello, ya que pudieron comprobar que su ritmo de tantas cortas era positivo al igual que su fiabilidad. Aunque su elevada degradación en las simulaciones de carrera ha sido su principal problema, un factor que también sufrieron el año pasado.
Charles Leclerc ha estado satisfecho con todo el trabajo realizado esos días, vio una cierta mejoría, pero la realidad solamente se verá en el primer fin de semana de competición, en Sakhir.
"Dejamos atrás tres días de test muy intensos. El primer día consistió en rodar e intentar comparar nuestros datos con los que predijimos en la fábrica. Lo que aprendimos es que hubo una buena correlación. Nos concentramos mucho en el trabajo de los reglajes y dimos buenos pasos hacia adelante. También probé diferentes estilos de pilotaje para comprobar cuál se me ajusta mejor en este nuevo coche. Será interesante ver dónde están todos los equipos".