Dos décadas después de la última vez que las unidades V10 funcionaron en la parrilla, allí por el año 2005 cuando Fernando Alonso militaba en el equipo Renault, el presidente de la FIA, Mohamed Ben Sulayem, ha hablado de su deseo de volver a integrarlos en los monoplazas actuales.
En un post que subió el dirigente a sus redes sociales, puso un pie de foto muy comunicativo en el que trataba sobre el debate y el futuro que se trató durante la ceremonia de celebración del evento de principio de temporada en el 02 de Londres. Muy entusiasta del sonido de los motores y la potencia, pero expresando su deseo por seguir apostando por el camino sostenible y ecológicamente comprometido.
"Mientras esperamos con interés la introducción del reglamento de chasis y unidades de potencia de 2026, también necesitamos liderar las futuras tendencias tecnológicas en el automovilismo. Deberíamos contemplar toda una serie de direcciones, incluido el rugido de un V10 que funcione con combustible sostenible".
Esta propuesta que lanza abiertamente desde su puesto de privilegio al frente de la FIA cumple con los objetivos a medio plazo que la Fórmula1 se ha propuesto para el 2030, que quiere conseguir ser totalmente neutra a nivel de emisiones contaminantes para esa fecha.
Todo tratará de analizar la viabilidad del proyecto y ver si se puede, en todo este futuro a medio y largo plazo, volver a crear prototipos de motores que puedan combinar el sonido y el rugido feroz de los monoplazas de finales de los 90 y inicios de los 2000 con un sistema técnico que no generen combustión ni un impacto negativo a nivel ambiental que choquen con el plan de futuro de lo que tiene que acabar siendo una Fórmula 1 100% ecológica.