El Gran Premio de Singapur de 2024 podría haber sido el último para Daniel Ricciardo en la Fórmula 1. Tras una emotiva jornada, las palabras de Laurent Mekies, señalando que la vuelta rápida del australiano era un “regalo por si este fuera su último Gran Premio”, y las lágrimas de Ricciardo al final de la carrera han reforzado esta idea. Además, Christian Horner, jefe de Red Bull, admitió el sábado que “habrá que tomar decisiones difíciles”, lo que parece confirmar la inminente salida de Ricciardo y la llegada de Liam Lawson como su reemplazo en Austin.
Ricciardo, en varias entrevistas durante el fin de semana, dejó entrever sus posibles planes futuros fuera de la Fórmula 1, mencionando que su carrera podría continuar en categorías como NASCAR, Supercars o Fórmula E. Después de la carrera en Singapur, el australiano expresó que el final de su etapa en McLaren fue mucho más duro de asimilar que su posible despedida de la Fórmula 1 en esta ocasión. “El final de cuento de hadas no sucedió”, comentó, refiriéndose a la decisión de salir con neumáticos blandos en el GP de Singapur, una estrategia que no dio los resultados esperados. “Intenté disfrutar este Gran Premio como lo hice en mi última carrera con McLaren”, añadió, dejando clara la melancolía de su posible despedida.
Uno de los momentos más reveladores del fin de semana ocurrió cuando Daniel Ricciardo fue preguntado directamente sobre su participación en el próximo Gran Premio en Austin. Su respuesta fue contundente: “Obviamente, sabía que este podría ser mi último Gran Premio”, y agregó que existe “una posibilidad realista de que no esté” en la próxima carrera. A pesar de ello, afirmó estar preparado para lo que venga.
Este escenario tiene sentido para Red Bull, un equipo conocido por tomar decisiones drásticas con sus pilotos. Si, como se especula, Ricciardo no continuará en el equipo la próxima temporada, adelantar su reemplazo con Liam Lawson sería una jugada lógica. Red Bull no se juega mucho en términos de campeonato, y preparar a Lawson para la temporada 2025 le permitiría rodarse en seis Grandes Premios, empezando por el GP de Estados Unidos.