La última carrera en Mónaco ha sido una completa decepción para Aston Martin. Los de Silverstone estuvieron cerca de la victoria en el Principado en 2023. Sin embargo, en este 2024 ni siquiera han entrado entre los diez primeros. El nuevo paquete de mejoras introducido en Imola no parece haber surtido ningún efecto.
Un choque en FP3 y un fallo en la bomba de combustible privó a Fernando Alonso de pasar de la Q1 en Imola y otro fallo estratégico impidió a Fernando mejorar su posición en la Q1 de Mónaco. Dos graves errores sumados a la falta de ritmo de un AMR24 que está resultando “francamente inconducible” en palabras de Alonso.
El asturiano se resigna y asume que en esta temporada deben centrarse más en la zona media de la parrilla que en el grupo de cabeza: “Si nos fijamos en los resultados, nosotros ya no estamos en el grupo de los cinco primeros. Pero, ya sabes, esa es una pregunta más para Mike (Krack)“.
“Creo que los coches de este año, en realidad son más críticos en la búsqueda de más carga aerodinámica, de algo más de rendimiento. El coche está un poco más al límite en términos de conducción. Tal vez los coches se volvieron más difíciles de conducir para todos y tal vez es nuestro caso también”, afirma el asturiano.
Su mal rendimiento en pista sumado a la mejora sustancial de Mclaren, que pelea por victorias, y de RB que les está igualando en el mundial de constructores, hace que Aston Martin empiece a pensar más en asegurar la quinta plaza en el mundial de constructores.
Fernando considera que con las mejoras que aún le restan a su monoplaza, pueden mejorar las cosas: “Estas cosas pueden cambiar rápidamente, hemos visto con muchos otros ejemplos lo rápido que pueden cambiar las cosas, una buena mejora en el coche y puedes avanzar cinco o seis posiciones”.