Ferrari ha puesto la mirada en el Gran Premio de España como su particular "domingo de resurrección". Con la introducción por parte de la FIA de controles más estrictos sobre la flexibilidad de los alerones delanteros, en Maranello creen que podrían recuperar terreno ante McLaren y Mercedes, los equipos que más han sabido aprovechar ese margen técnico en las primeras carreras del año. Charles Leclerc, líder del equipo, se muestra optimista y considera que no tienen mucho que perder.
Los datos, sin embargo, invitan a una lectura más prudente. Aunque el SF-25 ha mejorado casi 0.9 segundos por vuelta respecto al coche subcampeón del mundo del año pasado, McLaren ha dado un salto mayor, con 1.359 segundos ganados. Ferrari solo es sexto en el ranking de evolución, superado incluso por Alpine y Williams, que han aprovechado su bajo rendimiento anterior para dar pasos más grandes.
El principal problema del monoplaza rojo está en la parte trasera: la falta de carga aerodinámica lo vuelve inestable, especialmente en clasificación. Leclerc ha sabido adaptarse a estas carencias, sacando el máximo rendimiento desde el tren delantero, mientras que Hamilton, con un estilo más trasero, se muestra incómodo y falto de confianza.
El paquete de mejoras empezará a verse en Imola, pero será en Barcelona donde se completará, en lo que Ferrari espera que sea un verdadero salto adelante. La gran incógnita es si bastará con un cambio reglamentario para acercarse al podio, o si sus rivales ya han tomado demasiada ventaja. En cualquier caso, el GP de España marcará un antes y un después para la temporada de los italianos.