Ferrari llega al Gran Premio de Arabia Saudí en cuarta posición del campeonato de constructores, con un SF-25 que, por ahora, se posiciona como el tercer monoplaza en la jerarquía de rendimiento, por detrás de McLaren y Mercedes. No obstante, en Maranello se aferran a los indicios de mejora mostrados en Sakhir tras la introducción del nuevo suelo, que permitió una actuación más sólida tanto en clasificación como en carrera.
El director del equipo, Frédéric Vasseur, aseguró que los primeros datos recogidos con la nueva configuración fueron positivos y que el trabajo de análisis realizado esta semana en la fábrica podría ayudar a extraer aún más potencial del coche. A pesar de ello, el francés se mostró prudente de cara a Yeda, donde las condiciones del circuito son muy distintas a las de Bahréin.
Vasseur subraya que todavía no han comprendido por completo el comportamiento del SF-25 con las nuevas piezas, por lo que este fin de semana será clave para seguir recolectando información. "Queremos seguir centrados en nosotros mismos, porque es la mejor manera de extraer el máximo del paquete que tenemos a nuestra disposición y progresar constantemente", afirmó.
Con cuatro grandes premios disputados, Ferrari sigue trabajando para reducir la brecha que le separa de los líderes, mientras intenta consolidarse como el tercer equipo de la parrilla. El desarrollo constante y la adaptación a cada circuito serán claves si quieren plantar cara a una McLaren que, hoy por hoy, marca el ritmo en la Fórmula 1.