Después de un arranque de segunda mitad de temporada decepcionante, Ferrari necesitaba dar un golpe de autoridad. Lo ha hecho con dos fines de semana sólidos en Austin y México, donde el SF-25 mostró una versión mucho más competitiva que la vista en Singapur. La Scuderia, presionada por Mercedes y Red Bull, ha recuperado parte del terreno perdido y mantiene viva la pelea por el subcampeonato del Mundial de Constructores.
En el Circuito de las Américas, el trabajo interno fue clave. Tras un viernes complicado, el equipo afinó el set-up, ajustó las alturas y optimizó el calentamiento de neumáticos. El resultado fue inmediato: el coche ganó equilibrio y ritmo, y el esfuerzo culminó con un podio que sirvió de bálsamo para un grupo que venía tocado. En México, la historia se repitió. Pese a las peculiaridades del asfalto del Autódromo Hermanos Rodríguez, Ferrari volvió a ser fuerte el sábado y confirmó su buen estado de forma el domingo, sumando otro podio valioso.
Más allá del resultado, en Maranello se percibe una mejora en los procedimientos y la ejecución. El equipo ha aprendido a gestionar mejor las vueltas de preparación y a exprimir al máximo los neumáticos, un punto débil en meses anteriores. Durante buena parte del año, Ferrari apenas mejoraba entre Q2 y Q3; sin embargo, en las dos últimas citas, el progreso fue evidente, con tiempos más consistentes y una mayor capacidad para traducir el rendimiento en resultados.
El SF-25 sigue sin ser el coche más rápido, pero ha ganado solidez. En ritmo puro, Ferrari continúa por detrás de Red Bull y McLaren, aunque la irregularidad de sus rivales mantiene todo abierto. La evolución del equipo ha devuelto la confianza al personal y al entorno de Maranello, algo que subrayó el CEO Benedetto Vigna: “Veo a todos contentos con el trabajo hecho, pero debemos mantener los pies en la tierra. Red Bull y Mercedes también están siendo irregulares, así que debemos seguir concentrados”.
Con tres equipos separados por apenas unos puntos, Ferrari afronta el final de temporada con la motivación renovada. No ha alcanzado el nivel dominante de principios de 2024, pero ha recuperado el espíritu competitivo. Dos podios consecutivos no cambian el año, pero sí el ánimo: el Cavallino vuelve a galopar con determinación hacia el cierre del campeonato.