Mientras el Gran Premio de Abu Dhabi centra la atención en la lucha por el campeonato de constructores, Ferrari trabaja intensamente en su proyecto 677, el monoplaza que competirá en la temporada 2025 de Fórmula 1 con Lewis Hamilton y Charles Leclerc. El nuevo diseño busca superar las limitaciones del coche actual, que tras una fase competitiva irregular, logró recuperar terreno hasta mantenerse en la pelea por el título en la última carrera.
Dirigidos por el técnico Loïc Serra, quien asumió el cargo el pasado 1 de octubre, los ingenieros italianos han desarrollado un concepto innovador que rompe con el pasado. El cockpit del 677 estará desplazado hacia atrás, alejando las ruedas delanteras y redefiniendo el reparto de pesos, una característica demandada durante años por Hamilton en Mercedes. Este diseño también implica un chasis rediseñado, una unidad de potencia ligeramente desplazada y la incorporación de una caja de cambios más corta para ajustarse a las nuevas dimensiones.
Ferrari implementará además una suspensión delantera pull-rod, adoptada con éxito por Red Bull y McLaren, en un intento por maximizar el rendimiento aerodinámico. La escudería también colabora en el desarrollo de neumáticos menos sensibles al sobrecalentamiento para 2025, y planea introducir la "campana invertida", una solución de refrigeración utilizada por Mercedes que mejora el control de temperatura del sistema de frenado, optimizando así el rendimiento de los neumáticos y prolongando su vida útil.
Con estos avances, Fred Vasseur y John Elkann no solo apuntan a competir por el título mundial en 2026, como se había previsto inicialmente, sino a adelantar su calendario de éxitos. La dupla de Hamilton y Leclerc será clave en este ambicioso objetivo, con el proyecto 677 como la base para devolver a Ferrari a lo más alto de la Fórmula 1.