Lewis Hamilton corría ante su público y una vez más ha demostrado su superioridad con respecto a sus rivales. El adelantamiento a su compañero de equipo, Valtteri Bottas, gracias al inicio de la carrera y luego gracia al coche de seguridad, le permitió encarrillar el triunfo. Además, el británico se convierte en el piloto que más veces ha ganado el Gran Premio de Gran Bretaña, con seis victorias en su zurrón.
El piloto británico no quiso hacer una segunda parada. "Tenía margen, pero está la entrada al pitlane, la parada en sí, los mecánicos reciben una presión extra para hacer la parada perfecta... No es que dude de ellos, pero es abrir la posibilidad de que salga mal".
Hamilton sigue explicando su decisión. "Había gestionado los neumáticos lo suficiente, me sentía bien con los duros, podía seguir. Tuve algunas ampollas, así que estaba un poco en un dilema pensando si debería parar. Tal vez podría haberse acercado a mí, pero faltaban siete vueltas y es difícil recuperar 21 segundos al ritmo que seguía yendo yo, así que decidí no entrar. Es raro ir contra el equipo, pero hoy decidí que eso era lo mejor para mí".