El Gran Premio de Abu Dabi de 2025 no solo marcó el final de la temporada, sino también el punto de inflexión para Red Bull. Menos de 48 horas después de que Max Verstappen asegurara la última pole del año, el equipo austriaco anunció la salida de su histórico asesor de deportes de motor, Helmut Marko. Tras más de dos décadas en la estructura de la bebida energética, Marko, de 82 años, comunicó su deseo de renunciar a su puesto, una decisión que, según la dirección, se tomó de mutuo acuerdo y con profundo respeto, pero que deja un vacío institucional inmenso.
El propio Marko, artífice del ascenso de innumerables talentos como Sebastian Vettel y el propio Verstappen, explicó que la amarga derrota por el campeonato mundial de 2025 fue el factor decisivo. "Perder el campeonato mundial por tan poco esta temporada me ha conmovido profundamente y me ha dejado claro que ahora es el momento adecuado para poner fin, en lo personal, a este capítulo tan largo, intenso y exitoso", señaló el austriaco. Esta confesión sugiere que la intensa presión y la frustración competitiva jugaron un papel clave en su decisión de retirarse de la primera línea de batalla.
Aunque la versión oficial apunta a una renuncia voluntaria, las informaciones internas sugieren que la relación del asesor con la nueva estructura de Red Bull estaba lejos de ser armoniosa. Desde el fallecimiento del fundador y su mayor aliado, Dietrich Mateschitz, en 2022, Marko nunca terminó de encajar en los cambios directivos. La tensión se incrementó a raíz de luchas internas y desacuerdos recientes, siendo la gota que colmó el vaso, según los rumores, la decisión de no fichar al joven Alex Dunne, en contra de la voluntad expresa del veterano dirigente.
La despedida de Marko ha sido agridulce. Oliver Mintzlaff, en nombre de la cúpula, lamentó profundamente la marcha, reconociendo que su partida "marca el final de una era extraordinaria". Por su parte, el actual jefe de equipo, Laurent Mekies, destacó su figura como "una parte tan integral de nuestro equipo" y una "fuerza impulsora" en su propio regreso a la familia Red Bull. Pese a las tensiones, los comunicados oficiales intentan cerrar el capítulo con la mayor gratitud posible hacia la figura que cimentó la dinastía ganadora.
La renuncia de Marko marca el punto final de la histórica guardia pretoriana de Red Bull, sumándose a las previas marchas de Adrian Newey y Christian Horner. Con su adiós, se cierra definitivamente una era de éxitos incontestables en la Fórmula 1. El equipo queda ahora en manos de Laurent Mekies, quien asume el desafío de iniciar una nueva etapa y devolver a la escudería a la cima, en un contexto ya sin la figura omnipresente y determinante del legendario Helmut Marko.