17 años después del 10 de junio de 2007, la formula 1 volvió ayer en Interlagos a mostrar la bandera negra a un piloto después del mítico gran premio de Canadá en que Giancarlo Fisichella y Felipe Massa la recibieron por salir de pits con el semáforo en rojo.
En esta ocasión, el perjudicado de la descalificación ha sido el alemán Nico Hülkenberg, que después de una salida de pista en la curva 1, en la primera S de Senna, se quedó con el coche medio parado en la escapatoria y al que acudieron los comisarios para empujarle y ayudarle así a reincorporarse a la pista, hecho que está terminante prohibido y que resultó en el de Haas siendo expulsado de la carrera.
Estos hechos sucedieron durante la vuelta 27, coincidencia casualmente con el número con el que compite el piloto de Emmerich am Rhein, cuando este rodaba en una buena posición que le otorgaba unos suculentos puntos al equipo norteamericano.