Ayer, Jair Bolsonaro anunció a golpe de bombo y platillo que construirán un nuevo circuito en Rio de Janeiro y que llegará al mundial de Fórmula 1 en 2020. Esto supondría la marcha del Gran Premio de Brasil de Interlagos a la ciudad carioca. El circuito llevaría el nombre de Ayrton Senna.
Además el presidente promete que el circuito se construirá con capital privado, por lo que la inversión del Estado brasileño será nula. Además, según informa el periódico brasileño Jornal O Dia, el circuito acogería no solo la Fórmula 1, sino también el Mundial de Motociclismo. El área donde se prevé que se construya el nuevo trazado se encuentra a 35 kilómetros de Rio de Janeiro, en la zona de Deodoro. El diseñador no sería que Hermann Tilke.
Quizás el único problema que tiene Bolsonaro es el tiempo de construcción, ya que necesitaría tenerlo listo para dentro de un año, o incluso menos, para que la FIA dé el visto bueno al trazado.
Desde hace varios meses, el futuro de Interlagos dentro de la F1 ha estado en el punto de mira precisamente por la posible entrada de Rio de Janeiro. El circuito paulista arrastra problemas económicos y desde hace años la seguridad de prensa y equipos es un problema debido a los robos e incidentes que ocurren durante la semana del Gran Premio.