La escudería Haas había estado formidable en la clasificación de Canadá, ya que ambos pilotos lograron llegar a Q3. Aunque la noticia fue incluso mejor al comenzar desde la quinta y sexta posición en la parrilla. Desde que arrancaron los coches, Kevin Magnussen había tenido una buena salida y se puso en paralelo con Lewis Hamilton antes de la curva 3, pero ambos se tocaron lo justo para que el endplate derecho del alerón delantero del danés estuviera ligeramente dañado.
Pocas vueltas después, Esteban Ocon informó a su equipo que esa pieza de fibra de carbono podía desprenderse en cualquier momento y golpeara su casco, ya que el francés iba por detrás de Magnussen. Ante este mensaje, los comisarios deportivos obligaron al piloto de Haas a entrar en boxes para que le cambiaran el alerón delantero y, a partir de ese momento, su carrera se puso cuesta arriba y fue imposible conseguir un buen resultado final.
"Estuvimos forzados a parar por los daños que teníamos, pero no fue nada. El coche estaba perfecto para pilotar, no hubo ningún efecto sobre el coche y tienes que ser capaz de terminar la carrera con los rasguños que tenga tu monoplaza. Estuvimos obligados a entrar, luego hubo un Virtual Safety Car y todos pararon. Es frustrante porque ya son cuatro carreras más o menos en las que no hemos sumado puntos. Por ello, queremos entrar en los puntos de nuevo", finaliza el danés en la nota de prensa publicada en la página de Haas F1 Team.