El accionariado de Aston Martin está a punto de experimentar un cambio significativo. Según informó Reuters, la marca británica planea vender su participación minoritaria en el equipo de Fórmula 1 para destinar esos fondos a fortalecer su liquidez. Sin embargo, esto no implica una desvinculación total del proyecto, ya que el acuerdo firmado el pasado año con la escudería se extiende, al menos, hasta 2030.
El gran beneficiado de esta operación es Lawrence Stroll y su consorcio Yew Tree, que está listo para adquirir 75 millones de acciones, valoradas en aproximadamente 63 millones de euros. Con esta compra, el empresario canadiense aumentará su participación en Aston Martin a más de un tercio del total, con la intención de alcanzar el 35% en el futuro.
"Desde 2020, mis socios y yo hemos invertido alrededor de 600 millones de libras en esta empresa. Estas nuevas inversiones subrayan mi compromiso con Aston Martin y mi convicción de que la marca tiene un gran potencial a largo plazo", declaró Stroll en un comunicado. "La dilución de acciones se reduce con todo ello, lo que debería tranquilizar a los accionistas".
Además, el magnate no descarta ampliar aún más su control con una posible inversión adicional de 87 millones de euros, lo que elevaría el total de capital inyectado en la marca hasta los 150 millones. Aston Martin ha tenido que afrontar duros desafíos en los últimos años, especialmente por los efectos de la pandemia de la COVID-19, que afectó la demanda en mercados clave como China y generó problemas logísticos.
Para mantener la compañía a flote, Stroll ha realizado hasta seis inversiones millonarias, aunque no sin dificultades, ya que la reestructuración implicó el despido del 5% de la plantilla. A pesar de ello, los últimos resultados financieros reflejan un aumento de los beneficios, lo que indica que la estrategia del empresario comienza a dar frutos.