Paseo militar de Lewis Hamilton en las Ardenas belgas. El británico ha firmado un nuevo triunfo, el quinto en siete carreras, tras dominar de cabo a rabo el Gran Premio de Bélgica. Valtteri Bottas no plantó cara a su compañero de filas, ni siquiera en las primeras vueltas. Max Verstappen cerró el podio con una nueva la tercera posición. Los Renault fueron la sorpresa con su cuarto y quinto puesto y Ferrari se quedó sin puntuar con sus dos coches por primera vez desde 2010.
La salida fue bastante tranquila y sin cambios en las primeras posiciones. Ricciardo atacó a Verstappen en la frenada de Kemmel y estuvo en paralelo durante cuatro curvas, aunque finalmente el neerlandés mantuvo la posición. Por detrás, Leclerc escaló a la octava plaza pero con el paso de las vueltas perdió posiciones.
Por delante, los Mercedes marcaban el ritmo de la carrera y consolidaban poco a poco un nuevo dominio. Los de Brackley se mantenían a dos segundos de distancia y poco a poco se escapaban de Verstappen. Pero todo cambió en la vuelta 11. Antonio Giovinazzi perdió el control en la salida de la curva 14 e impactaba contra el muro. El italiano rebotaba y George Russell no pudo hacer nada por esquivar una rueda suelta del Alfa Romeo.
El Safety Car salió a pista y todos los pilotos, salvo Pérez y Pierre Gasly, entraron a boxes a cambiar gomas. La neutralización duró cuatro vueltas y en la resalida las cosas siguieron como antes, con los Mercedes endosando casi medio segundo por vuelta a Verstappen. Tras el neerlandés, Gasly era cuarto tras mantener el duro mientras que Pérez era quinto aunque con Ricciardo, Albon (que había adelantado tras las paradas a Ocon), Ocon, Stroll y Norris pegados. El mexicano estaba con el neumático blando en las lonas y poco a poco se hundió en la parrilla hasta que paró en la vuelta 19.
El próximo objetivo de Ricciardo fue Gasly, al que adelantó en la vuelta 21. El australiano estaba rodando en tiempos de cabeza, mientras que el francés cedía poco a poco posiciones hasta que paró en la vuelta 27 para montar el medio. Con una goma más nueva, el de Alpha Tauri escaló varias posiciones cuando llegábamos al último tercio de carrera.
Cuando nos adentrábamos en este último tercio de carrera, las posiciones de cabeza estaban bastante estabilizadas y todo apuntaba a que no habría ningún cambio de posición. La única opción de tener algo más de acción en las últimas vueltas era que el rendimiento del neumático duro decayera en estas últimas 12 vueltas y los pilotos con más goma adelantaran.
En esos momentos, las únicas luchas que había en pista eran entre Stroll y Norris por la 7ª plaza; entre Pérez y Gasly por la 10º posición. El galo adelantó a Räikkönen en la vuelta 34 y se fue a por el mexicano, que también recortaba distancia con Kvyat.
El de Racing Point superó al ruso en la vuelta 36 y un giro más tarde hizo lo propio Gasly. Con los neumáticos menos desgastados, el galo de Alpha Tauri rebasó a Pérez en la recta de Kemmel en la vuelta 40.
Sobre esta vuelta, Hamilton comenzó a quejarse de problemas de gomas delanteras. El inglés lo solucionó aflojando el ritmo en las últimas vuetlas y pudo sellar con más tranquilidad que en Silverstone su 89º triunfo. Bottas y Verstappen completaron el podio. Por detrás, y sin hacer mucho ruido, Daniel Ricciardo firmaba un fabuloso 4º puesto y Esteban Ocon superaba en el último giro a Alexander Albon por la quinta posición. Norris acabó tras el tailandés, mientras que Gasly adelantó en las últimas vueltas a Stroll para firmar la octava plaza y consolidar una gran remontada. La zona de puntos la firmaron Pérez y Stroll.