La última gran alegría del mexicano este año había sido su triunfo en el Principado de Mónaco. Después de varios meses sin subir al escalón más alto del podio, Checo lo volvió a lograr en Singapur, otro de los circuitos urbanos más exigentes del calendario. El sábado estuvo a punto de conseguir la pole position, pero el primer puesto no se le escapó en el día de la carrera, en la que adelantó a Leclerc en los compases iniciales y supo mantener el liderato desde la primera vuelta hasta la bandera a cuadros.
Su victoria estuvo en peligro porque no había cumplido con el procedimiento del coche de seguridad, por lo que había el miedo de que fuera penalizado. Después de la carrera, el piloto tuvo que acudir a los comisarios, pero, afortunadamente para él, la sanción de cinco segundos no hizo que perdiera su segundo triunfo de la temporada.
"Estoy tan feliz por conseguir esta victoria, significa mucho para mí. No he estado en el podio en las últimas dos carreras (la última vez fue en Bélgica), pero siempre estuve trabajando, así que estoy súper orgulloso de este resultado. Mentalmente fue duro, tenías que estar en alerta durante toda la carrera, las condiciones fueron duras ahí fuera".
"Creo que hubo falta de comunicación con el coche de seguridad, iba muy rápido en los lugares donde no podía alcanzarle y luego bajaba la velocidad donde podía ir rápido. Estuvimos pilotando con neumáticos de seco en mojado e intentando mantener las temperaturas, por lo que fue difícil. Cuando me contaron que estaba bajo investigación, empujé como en clasificación durante 15 vueltas para que la diferencia con Charles fuera lo más grande posible", concluye el ganador del último GP en el comunicado publicado en la página de Red Bull Racing.