La crisis provocada por la epidemia del coronavirus continúa contagiándose por el mundo del motor. Si recientemente se ha decretado la anulación de la prueba correspondiente al campeonato de monoplazas eléctricos de Fórmula E 2019-2020 que debía disputarse el 21 de marzo con motivo del EPrix en la ciudad china de Sanya, ahora el problema ha saltado a la Categoría Reina del Automovilismo.
Así, el Gran Premio de China de Fórmula 1, cuarta cita del Mundial, previsto del 13 al 16 de abril, ha quedado suspendido después de que las autoridades de aquel país hayan extendido la cuarentena masiva -medida preventiva destinada a contener el brote de la enfermedad- a Zhejiang. Se trata de una provincia vecina a Shanghái, precisamente la ciudad donde se encuentra el circuito internacional encargado de albergar la prueba en poco más de dos meses.
La noticia se ha comunicado a través de la Federación de Deportes de dicha ciudad que ha comunicado la anulación de todos los acontecimientos deportivos en Shanghái mientras se lucha para evitar la expansión de la enfermedad.
“Todos los eventos deportivos quedan suspendidos hasta que haya finalizado la epidemia de coronavirus. Por tanto, el Gran Premio de China no se disputará en abril”, según la nota de prensa oficial emitida esta mañana de martes por la mencionada Federación Deportiva de Shanghái.
Como reacción a lo sucedido, el Grupo de Estrategia de la Fórmula 1 abordará este asunto en una reunión prevista para esta tarde. No obstante, cuentan con un margen de actuación muy restringido en cuanto a las posibles soluciones a plantear. Tanto es así que solo parecen existir dos posibilidades: retrasarlo hasta el otoño, una opción poco viable, o directamente anularlo.
Esa alternativa residiría en resituar la prueba china una semana antes de la cita en Japón. De ese modo, se encadenarían cuatro Grandes Premios en Singapur (20 de septiembre), Rusia (27 de septiembre), China (4 de octubre) y Japón (11 de octubre). Sin embargo, supondría disputar cuatro carreras consecutivas.
Otra opción consistiría en programar la prueba para el 18 de octubre, tras Suzuka y antes de Estados Unidos (25 de octubre). Sin embargo, generaría un problema logístico a los equipos puesto que apenas dispondrían de una semana para viajar de uno a otro extremo del planeta. En definitiva, planea sobre el Gran Premio de China la amenaza de su eliminación en un calendario cargado con 22 citas, lo que dificultaría cualquier modificación del mismo.