En el mes de septiembre, Renault anunció que dejaría de suplir motores a equipos cliente en 2016, condicionando su presencia en Formula 1 al establecimiento de un equipo oficial. Ésta situación abria la caja de Pandora en el seno de Red Bull, equipo cuya relación con el fabricante de motores francés se había visto notablemente deteriorada en el último lustro, incluso cuando se obtuvieron títulos. La negativa de Ferrari a suplir a un potencial rival, la de McLaren a permitir que Honda colaborase con ellos y la falta de tiempo para encontrar un nuevo proveedor (2016 es el último año del actual reglamento) llegó a poner sobre la mesa la posibilidad de abandonar el campeonato.
Sin embargo, finalmente se ha optado por una solución intermedia: Red Bull seguirá llevando motores Renault, pero éstos serán conocidos oficialmente como TAG Heuer. Aunque no se han aclarado los detalles del acuerdo entre los de Milton Keynes y el fabricante francés, como la especificación de motor a usar, el desarrollo que éste tendrá a lo largo del año o si se trata de un acuerdo a largo plazo o sólo una medida de transición, desde Red Bull se remarca el acuerdo técnico que Renault ha alcanzado con Ilmor para el desarrollo de su unidad de potencia.
"TAG Heuer y Red Bull son dos marcas trascendentes, que tienen pasión por las carreras y el deseo de hacer las cosas de forma diferente, y ésta colaboración única es una prueba de ello", comenta Christian Horner en el comunicado oficial. "TAG Heuer ha sido un icono en el mundo de la Formula 1 durante muchos años y estamos encantados de que hayan decidido continuar su asociación con el deporte uniéndose a nosotros", añade. "Nuestros valores compartidos de innovación y el deseo de destacar entre la multitud hace de ésta una de las más emocionantes colaboraciones en la F1"
La marca de relojes suiza es desde éste jueves sponsor del equipo austríaco, tras terminar una relación de más de 30 años con McLaren que iba más allá del patrocinio. La compañía fundada por Edouard Heuer fue adquirida en 1985 por Techniques d'Avant Garde (TAG), un holding empresarial dirigido por el multimillonario empresario Mansour Ojjeh que poseía el 25% de McLaren Group desde hacía 2 años, y que financió y nombró los motores Porsche que McLaren llevó entre 1983 y 1987. A día de hoy, TAG Heuer no tiene ninguna relación con TAG, tras ser adquirida en 1999 por Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), un conglomerado de marcas de lujo.
No es la primera vez que un equipo de Formula 1 recurre a renombrar sus motores, además del mencionado ejemplo de TAG/Porsche. Tras la marcha de BMW como proveedora de motores al terminar 1986, Arrows y Ligier llegaron a un acuerdo para utilizar sus motores con la denominación de Megatron, una compañía subsidiaria del principal patrocinador de Arrows, la extinta compañía de seguros americana USF&G.
La misma maniobra con Renault en 1997 hizo que una subcompañía, Mecachrome, proporcionase motores a Williams y Benetton (quienes llamaron a sus motores como una de sus compañías de moda, Playlife), tareas que asumió Supertec, empresa de Flavio Briatore, desde 1999 hasta el regreso de Renault en 2002. Eso sin contar los motores Ferrari que Prost Grand Prix usó como Acer (2001) y Sauber con el nombre Petronas (1997-2005), y los Peugeot que Arrows (2001) y Minardi (2002) usaron como Asiatech.