Una de las noticias previas al inicio del fin de semana del Gran Premio de Gran Bretaña fue la vuelta de Nico Hülkenberg a la Fórmula 1 sustituyendo a Sergio Pérez en el equipo Racing Point después de que se anunciase el positivo por Covid-19 del mexicano.
Toda la alegría y fortuna del viernes, cuando el alemán se subió por primera vez al monoplaza rosa, quedó en segundo plano por la mala suerte que corrió el germano el domingo.
A escasos minutos de ponerse en marcha la carrera, en el box de Racing Point se percataron de un problema en la unidad de potencia del monoplaza con el dorsal 27. Las prisas no fueron buenas consejeras y finalmente se apagó el semáforo y se inició la carrera sin la participación de Hulkenberg.
El alemán, cariacontecido, se tuvo que conformar con seguir la prueba desde el muro de boxes mientras sus rivales hacían frente a unas de las carreras con el final más caótico que se recuerda.
Pasadas las horas, en Racing Point pudieron desmontar por completo el motor Mercedes y encontraron el motivo del fallo técnico. La respuesta: un tornillo del embrague se soltó dentro de la transmisión provocando que esta se atascara.
Afortunadamente para el ex piloto de Renault, este mismo fin de semana tendrá una nueva oportunidad de redimirse y competir en la categoría reina del automovilismo mundial.